Gente
que hace
cosas
Creación colectiva y colaborativa en Medellín
Por el Colectivo Choneto
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1_1_Gente que hace cosas Gente que
hace cosas
Creación colectiva y colaborativa en Medellín
Por el Colectivo Choneto
Este es un cuaderno de notas tomadas de conversaciones y preguntas con artistas y actores del sector cultural de Medellín, sobre un tema que ha sido transversal a mi trabajo y hace parte esencial del movimiento artístico y cultural de Medellín: el trabajo colectivo colaborativo. A lo largo de mi vida he pertenecido a diversos colectivos y siempre me ha interesado el trabajo en equipo. Actualmente pertenezco a los colectivos Choneto, Bowlratt, Red Eye, Santa Clara, La Nueva Banda de la Terraza y La Ración Colombia.
Pablo Melguizo Morales @cuchoneto

¿De qué trata?

Colaboración entre Colectivos: “el sector de las artes y la cultura se ha convertido en una enorme red de gestores culturales que intermedian entre las fuentes de financiamiento, por una parte, y los artistas y las comunidades, por otra. Tal como sus contrapartes en las universidades y en el sector empresarial, ellos deben producir y distribuir aquellos que producen arte y cultura.”
Georges Yúdice.

Procomún:

"El gran reto es crear procesos de gestión comunitaria que aseguren el beneficio común de una producción de base colectiva. El procomún es el recurso, El modelo de gobernanza para gestionarlo y sobre todo, las comunidades activas de gestión."
Rubén Martínez
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1_2_No te dejes

Creación colectiva:

"los proyectos surgidos son en sí mismos experimentos de cómo un grupo de personas puede organizarse en torno a un interés común. Cobra un papel esencial el pensar las metodologías para el encuentro, el diálogo y la producción."
M. García y L. Fernández

Sinergia:

"Las casualidades que han ocurrido gracias a estar en un lugar físico o virtual y haber utilizado la inteligencia colectiva nos dice que estamos hoy ante una innovación en la gestión cultural contemporánea."
Julia López Varela y Jimena Peña Bennett.

Territorio:

“Hoy somos centro y no periferia. Esta frase, me hizo ver por primera vez que el espacio dónde uno se ubica es, no tanto un mero determinismo geográfico, sino más bien un estado mental colectivo producto de una voluntad de ser".
Oriol Martí Sambola
Citas tomadas de Música Para Camaleones, Black album de la sostenibilidad cultural, Trànsit Projectes,Barcelona-Madrid, España. 2012. www.transit.es

En el skatepark donde aprendí a patinar, construyeron una rampa nueva más alta que las demás, era una transición bastante vertical. Cuando la mirabas desde arriba se veía cómo la curva se metía un poco en la pared, creando un leve vacío. Creo que, si no hubiera sido por la presión de mis de amigos, nunca me hubiera tirado de esa rampa. Cuando estaba pequeño mi madre siempre me decía: ¡No te dejes llevar por tus amigos! La verdad, muchas veces me dejé llevar por ellos y tomé decisiones en medio de la presión del grupo, arriesgando mucho, movido por el afán de pertenecer a algo más grande que yo, más grande que mi propia individualidad.

Algunas de esas decisiones no fueron las mejores, pero otras muchas me hicieron entender que la presión y la energía creativa que fluía entre nosotros fueron las causantes de que lográramos sobrepasar obstáculos que nos acechaban y, gracias a eso, conquistáramos las pistas, aprendiéramos a usar las rampas, descifráramos las claves para hacer los trucos y nos diéramos cuenta de que no se trataba de “entrenar” y “competir”, sino de vivir experiencias de aprendizaje colectivo.
Vivir experiencias
de aprendizaje
coelctivo
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1_3_Disciplina
En la disciplina del Grafiti, la mayoría de escritores y pintores se agrupan en equipos y colectivos denominados, dentro del argot de la pintura callejera, como crews Pertenecer a uno de ellos requiere de una alta responsabilidad y compromiso con todos sus integrantes y con el proyecto colectivo. Aquí no solo se trata de desarrollar un estilo propio, sino también de posicionar el nombre de tu crew y conquistar la mayor cantidad de territorios posibles.

Este posicionamiento, llamado también Getting Up, es una práctica muy competida y suelen surgir enfrentamientos entre las diferentes crews de la ciudad. También surgen muchas alianzas y producciones murales donde participan crews que son amigos porque comparten intereses en común. Existe un respeto mutuo entre aquellos grafiteros que saben jugar de manera inteligente e ilegal, y también por aquellos que posicionaron su nombre gracias a la conquista de nuevos spots y al logro de peripecias extremas. Los crews de grafiteros demuestran cómo orgánica y espontáneamente se organizan uno o más individuos en torno a un proyecto creativo común. No importa cuántos son, ni siquiera si son buenos pintores, lo que importa es que cumplan su rol dentro del trabajo colectivo. La organización del trabajo se da de manera horizontal y los roles van rotando entre los participantes; por ejemplo, no siempre es la misma persona la que dirige o la que traza las letras de un grafiti o producción colectiva. La persona encargada de esta labor lo hace por sus habilidades y disciplina con los bocetos. Hacer letras con spray no es nada fácil y, por ende, conlleva de muchas horas de práctica sobre papel. Eso hace que exista una presión por mejorar en la técnica y esa tensión hacia adentro del grupo crea una sinergia y un efecto conjunto, adicional del que hubiera podido esperarse si cada uno tuviera su propio proyecto creativo.
Integrantes del colectivo Bowlratt, skatepark de la 4 sur, Medellín 2019.Foto por @ignorantt Seguir leyendo
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1_6_video Tiempos clásicos [2019]

Bowlratt

Es una de las crews más activas en el grafiti de Medellín. Es un grupo de skaters, provenientes de todos los puntos cardinales de la ciudad, con dos cosas en común: un espacio de encuentro, el bowl de Ciudad del Rio, ubicado en la zona centrosur de Medellín; y un hábito, el grafiti ilegal, aquel que se pinta con cromo y negro, y que deja rótulos en gran formato sobre persianas metálicas y culatas de edificios con las siglas BRC (BowlRattCrew). La mayoría de las personas en el colectivo no son artistas y es interesante ver cómo, a través de la pintura, esa fina línea de la responsabilidad laboral y trabajo jornal, termina convertirtiendose en una gruesa línea hecha con un aerosol barato y una Fat Cap (boquilla de trazo grueso).
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Birol Infame por pintar un monigote
en patineta y escribir.
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[ 02 / 07 ] Integrantes del colectivo Bowlratt, skatepark de la 4 sur, Medellín 2019.Foto por @ignorantt
2_1_Dibujar

Uno de los integrantes de este colectivo es infame por pintar un monigote en patineta y escribir Birol por toda la zona centro y sur del área metropolitana. Pintamos y estudiamos juntos desde el 2009 y he tenido la oportunidad de ver su proceso como dibujante, pintor y grafitero. Puedo decir que su trabajo tiene un gesto muy particular, que se puede ver tanto en una línea recta de una letra hecha con aerosol, como en un retrato hecho a lápiz. Su hacer sin pretensiones determina lo que es como persona, y su talento inspira al resto del colectivo a subir el nivel de nuestras habilidades técnicas. Desde que lo conozco, me ha intrigado su manera de pensar sobre la creación, el hacer y el vender. Ha decidido no acercarse a los círculos del arte, museos y galerías, porque como artista no le interesa el reconocimiento que le pueda dar ese sistema establecido.

La motivación creativa de Birol nace de una necesidad interior por dibujar, pintar o bombardear la calle. Es una actitud contagiosa y se transforma en una energía creativa que experimentamos en colectivo y nos dispone a producir, ansiosos por salir a pintar en patineta. Él prefiere el anonimato, ser parte de la clandestinidad, hacerse infame. No le interesa complacer al espectador, todo lo contrario, afirma que hay que incomodarlo. Birol tiene el hábito de dibujar. Piensa que esa disciplina cotidiana se da espontáneamente y que no tiene que ver conceptualmente con lo que se grafitea en las calles. Sus libretas están llenas: por un lado, de dibujos, estudios de la historia del arte, la pintura, el retrato, el skateboarding; y, por el otro, bocetos de letras, tags, throw ups carácteres, como si estuviera intentando a toda costa mantener separados esos dos mundos. Las páginas centrales de la última de sus libretas, tienen una parte donde al lado de los dibujos, se traspasan los marcadores permanentes y dejan ver firmas de todo el crew y bocetos de rótulos. Creo que es justo ahí, cuando se encuentran los dibujos de adelante con los grafitis de atrás, cuando se desdibuja la línea que define esos dos mundos y se combina la calle con una faceta del creador que satisface y alimenta su relación con en el arte.
Dibujar
como disciplina
cotidiana

La postura apática de Birol frente al sistema establecido se basa en una sensación de que en Medellín el medio artístico es limitado por las instituciones que validan nuestras prácticas, como museos y galerías, las cuales no cuentan con la infraestructura suficiente y voluntad para promover e impulsar los proyectos artísticos independientes de la ciudad. Sin embargo, hay que reconocer que desde el 2010 muchas de las propuestas culturales y artísticas han contado con recursos públicos gracias a una articulación entre las instituciones y los colectivos.

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8_2_2_Cuaderno para ver libreta completa Aqui @mateolovespaint

HOJAS CENTRALES DE LA LIBRETA

"Los dibujos de esta libreta son técnicas mixtas: lápiz, acrílico, óleo pastel, marcadores, rotuladores y lápices de colores. La libreta es una extensión de mi cotidianidad y por eso se nutre con apuntes, referentes, títulos de canciones, estudios de letras y pensamientos que quedan detrás de las páginas.

Esta libreta es la más actual y es la última en la que he estado trabajando. Los dibujos de esta libreta son del año en curso (2020) y, en su mayoría, el resultado de lo que estamos
viviendo en tiempos de pandemia, aislamiento e incertidumbre. Esta serie de dibujos he decidido llamarla “Isolation Drawings” (dibujos de aislamiento) porque son, naturalmente, eso mismo: dibujos que hago en estado de aislamiento y donde las imágenes que selecciono para ellos tienen una relación directa con el hecho de estar aislado del exterior o en solitario.

En esta serie aparecen personajes y lugares con ausencia de ellos: es el caso del dibujo de la vecindad del Chavo, en
donde decido mostrar el lugar, pero no los personajes que habitan dicho lugar."
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2_3_Acción artística

Si bien el fenómeno de la acción artística colectiva no es particular de Medellín, sí es particular la manera de accionar de estos colectivos: la apropiación del espacio público ha marcado un derrotero que deja ver La Calle como un lugar donde se crea el desafío por construir estrategias creativas de convivencia. Las organizaciones sociales y grupos culturales de los años 90, como Barrio Comparsa, Nuestra Gente, Canchimalos, entre muchas otras, usaron la recreación y cultura como estrategias para conocer, reconocer y potenciar el trabajo comunitario sin el Estado, a pesar del Estado o, incluso, contra el Estado. Los barrios de Medellín se convirtieron, entonces, en un laboratorio de experimentación donde los jóvenes eran los conejillos de indias. Había una necesidad muy grande de resistir y expresarse de maneras nuevas y esto propició la creación de importantes encuentros y eventos de ciudad, como el Festival Internacional de Poesía, de la corporación Prometeo o La Cámara Amante, de Juan Fernando Ospina.

Como por ejemplo la llegada del hip hop a la ciudad, durante de los años ochenta, por medio de películas como Breaking 2: Electric Boogaloo(1984), Breaking(1984), Wild Style (1982) y Beat Street (1984), las cuales fueron detonadoras de las prácticas del break dance y el grafiti. A pesar de la estigmatización que sufrían los jóvenes durante los años noventa, a través de diferentes encuentros metropolitanos de rap y de la visibilización de sus proyectos en los medios de comunicación locales, comenzó a llegarle el mensaje a los ciudadanos sobre esta nueva forma de vida, que era y sigue siendo un rechazo a la violencia cruda que aquí se vive. Los raperos vieja guardia de Medellín hablan en sus letras de la realidad, de lo bueno y lo malo, de conciencia y resistencia. El hip hop fue democratizado y popularizado, llevado desde los barrios hacia el centro de la ciudad a través de jóvenes que lo cantaban, y aún lo hacen, en las rutas de buses. Permitió el surgimiento de muchos espacios de encuentro no violentos para el esparcimiento cultural de los jóvenes.


Es fundamental entender la importancia que tienen los espacios de encuentro para la creación colectiva y colaborativa, pues es a través de la apropiación y el sentido de pertenencia con estos espacios que se comienza a crear el tejido social y el surgimiento de proyectos artísticos con impacto directo en la comunidad. Entre el año 2010 y 2014* sucedió un boom de escuelas de hip hop a lo largo de toda el área metropolitana del Valle de Aburrá, y muchos de sus municipios, no solo Medellín, contaron con diferentes colectivos y organizaciones culturales en torno a esta forma de vida. Cultura y Libertad fue una de esas organizaciónes colectivas claves para el desarrollo del hip hop en Medellín. La semana de apreciación del hip hop 1,2,3 y 4 fue el motor de festivales como el HIP4 y, eficazmente, compartió el hip hop en los barrios mediante el trabajo de organizaciones como Crew Peligrosos, quienes son representantes del hip hop nacional con un proyecto musical y con un proyecto de vida llamado Cuatro Elementos Skuela.


*“El Movimiento Compromiso Ciudadano, es decir, la era Sergio Fajardo (2004-2007) y Alonso Salazar (2008-2011), se consolida como propuesta política y, debido a que tiene entre sus miembros a muchas personas que pertenecían a las organizaciones sociales y a la academia de la ciudad, aumenta considerablemente la inversión en cultura y educación en Medellín y se consolidan tres políticas importantes: Las Becas de Creación (convocatorias de Estímulos para el arte y la cultura otorgadas por la Secretaría de Cultura Ciudadana de
Medellín, a través de concurso público), Salas Abiertas (una propuesta para fortalecer el sector de las artes escénicas) y, el nacimiento de Planeación Local y Presupuesto Participativo (un instrumento de planeación participativa de los 21 planes de desarrollo locales de 16 comunas y 5 corregimientos de Medellín).Platohedro Multiverso, 201, Craneo Ediciones, Pag 39: contexto, www.platohedro.org
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Alejandro
Villada
a.k.a Pac Dunga Leer
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3_1_Pac
Alejandro Villada a.k.a Pac Dunga, es miembro fundador de Cuatro Elementos Skuela, grafitero, muralista y con un largo proyecto formativo en procesos pictóricos con jóvenes de la comunidad. Pac me cuenta que en los años noventa había una masa de actores, pero no una masa colectiva. Había una percepción particular sobre lo que se podía hacer a través de la gestión, y esto hacía que muchos proyectos se volvieran herméticos en las comunidades donde actuaban. A finales del siglo XX, en medio de disputas y cuando la herencia narco cultural predominaba, nace Cuatro Elementos Skuela como expresión de una pulsión juvenil. Los primeros espacios de encuentro del colectivo fueron las salas de sus propias casas, todo muy familiar, y después, los salones prestados de un colegio. Este proyecto está destinado a brindarle oportunidades de profesionalización a jóvenes sin oportunidades. No hay duda de que estos espacios permiten a los jóvenes validar sus procesos formativos, pero también es fundamental la cohesión real que se da cuando el compromiso no es solo con el espacio sino también con las personas. Pac dice que los grupos se vuelven como familias y grupos de apoyo, se ayudan entre ellos de muchas formas. Actualmente la ciudad puede disfrutar de artistas del graffiti, bailadores, djs y mc´s, resultado de estos procesos de formación.

Pac Dunga sigue pintando hoy en día. En sus trabajos se representa la calle, el hip hop como alma de una generación, la sabiduría de la Salsa y la esquina. Sus espacios de exposición y los de sus estudiantes son auto gestionados porque piensa que es fundamental el empoderamiento de los jóvenes a partir de sus propias habilidades. Cada vez es mayor la cantidad de artistas en la ciudad que autogestionamos nuestros propios espacios de circulación y exposición, no sólo porque encontramos nichos para nuestras propuestas independientes, sino también sentimos una sensación similar a la del Birol: el mundo del arte que conocemos en Medellín no ha logrado superar a la élite que lo maneja y por eso es un círculo poco accesible.
El hip hop
como alma
de una
generación
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3_2_Imagen

HYPER BEAT. Acrílico sobre lienzo 150 cm x 90 cm, Alejandro Villada Pac Dunga. 2020.


B-GIRL CALLEJERA. Acrílico sobre lienzo 150 cm x 90 cm, Alejandro Villada Pac Dunga 2020.
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Interacciones culturales La comuna 13
La escombrera
Las Doñas
Jomag
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[ 04 / 07 ]
4_2_La comuna
Lázaro Durango
Mural Calle 10 – Año 2019 – 25 x 16 metros
La resistencia a las costumbres rurales, lo mágico del campo, la lucha por el reconocimiento a la labor y la deriva del territorio a cuestas. “Una historia que aún en mí no está enterrada, que renace cada vez que abro mis ojos; fui de barrio en barrio en busca de mi tierra, manteniendo el deseo y el aroma de mi campo. Aunque quería seguir jugando a lo perdido, yo partía con el pico y la pala en busca de semilla. Piqué la roca mientras caminaba con mi compañera de historia. El vaso de agua de panela fue mi excusa para que sus ojos se toparan con los míos. El canto de los pájaros al sol borraba el recuerdo de nuestras guerras. Recalco tu rostro melancólico en la piedra que ya no se halla en mis terrenos. Mi niebla en mi montaña es el humo de mi cigarrillo que envuelve mi gozo y mis tristezas”.

https://jomag.art/lazaro-durango/

La Comuna 13 de Medellín es un caso particular en cuanto a interacciones culturales, porque desde los años noventa se mantienen vivas y se han multiplicado los procesos comunitarios, a través de organizaciones colectivas que evolucionaron en diversas interacciones artísticas y culturales entre la comunidad y el territorio. A los proyectos pioneros les han salido tentáculos ampliando el número de líneas creativas y, en el proceso de adaptación, lo transdisciplinario enriquece los procesos creativos dentro de los colectivos porque el objeto de estudio es transversal a las disciplinas involucradas.

La Escombrera es un sitio emblemático de la guerra que se ha librado en esta parte de la ciudad. Ahí está enterrada gran parte de la verdad de las desapariciones de civiles durante las operaciones militares que tuvieron lugar en la Comuna 13: Primavera, Otoño I, Contrafuego, Marfil, Otoño II, Águila, Horizonte, Metro, Mariscal, Potestad, Antorcha, Saturno y Orión. El colectivo Las Doñas está compuesto por señoras de la comunidad, madres y familiares de desaparecidos que, desde aproximadamente el año 2002, han transformado el territorio de La Escombrera mediante la siembra y la intervención de espacios simbólicos para la comunidad. Fue a través de ellas que Luis Fernando, un agro-rapero y artista más conocido como el AKA, comenzó a entender las experiencias campesinas del territorio y a trabajar en pro de la causa del colectivo. Él compartía con Las Doñas el sentimiento de desarraigo y, la manera de contarlo, fue a través del relato oral. El hip hop ha sido el alma de muchos jóvenes que cuentan su cotidianidad en las letras de las canciones, ha sido un medio para convivir con los diferentes poderes del barrio y poder contar las historias de la realidad de los jóvenes.

AKA piensa que, si en Nueva York el hip hop es calle, en Medellín es tierra. En el año 2011, a partir de la muerte de una lideresa del territorio que hacía parte del colectivo Las Doñas, nace el proyecto Agro Arte como un proyecto educativo y productivo en medio de la guerra. A partir de la siembra defendieron el territorio, crearon redes comunitarias de abastecimiento mediante huertas y acueductos vecinales, y se constituyeron como una fuerza viva dentro de la zona, en contra de fuerzas de muerte muy poderosas que actuaban simultáneamente. Agro Arte ha sido liderado por AKA desde su fundación y, por supuesto, el hip hop hace parte del alma del colectivo. Semillas del futuro es uno de sus procesos mas antiguos y cuenta con más de trecientas canciones grabadas por niños, adolescentes y jóvenes de la Comuna 13 y otros barrios de la ciudad. El agro hip hop es una aproximación a la construcción de la cultura campesina desde la visceralidad de la verdad que guardan los niños y jóvenes.
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4_3_Jomag
Jomag
De allá mismo, de la trece, viene Jomag, un artista muralista de gran formato que comenzó a pintar consignas políticas en marchas estudiantiles en el año 2012 y que, a partir de tener contacto con organizaciones colectivas, particularmente con Agro Arte y Las Doñas, se empieza a interesar en el hip hop y el campo. En su pintura se ve representado el desarraigo y desplazamiento campesino colombiano. En su formación, Jomag también participó de proyectos colectivos como Casa Kolacho, uno de esos espacios en la Comuna 13 que ayudaron a legitimar las prácticas artísticas de los jóvenes, a través de la articulación de proyectos, la comisión de murales y un trabajo comunitario con un fuerte componente formativo. Aquí en la ciudad pocos hacen murales de gran formato porque es demasiado costoso y casi nadie desea destinar recursos para eso. Jomag es un muralista con un discurso construido entorno a las experiencias campesinas y una motivación: cuando trabaja, la pregunta que ronda por su mente no es para qué, si no para quién. Su obra representa los recuerdos, vivencias, y raíces familiares, como origen de una provocación para detonar reflexiones sobre lo colectivo.

Lázaro Durango
Mural Calle 10 – Año 2019 – 25 x 16 metros. [detalle]


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Líberman Arango
La Nueva Banda de la Terraza
La relación de tensión que existe
entre campo y ciudad
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5_1_Sensibilidad política
Líberman Arango

La sensibilidad política que percibo en las prácticas artísticas de mi generación, me hace pensar en algo que me decía Líberman Arango: si hay algo que nos una a todos acá, es la violencia, porque aunque lo neguemos todos somos víctimas de ella.

En su fotografía, tanto como en su historia de vida, se marca fuertemente la relación de tensión que existe entre campo y ciudad. Su proceso personal ha sido puro aprendizaje empírico, resultado de viajar por el territorio colombiano y el trabajo con diferentes grupos. El colectivo al que pertenecía hasta el 2017 se llamaba K-MINANTES y aunque, al principio estaba constituido por cinco personas, después se convirtió en todo un equipo con diferentes frentes de trabajo. Este colectivo audiovisual estuvo constituido durante siete años y fue ahí donde Líberman desarrolló la mirada que lo caracteriza actualmente. K-MINANTES fueron los autores de importantes procesos de formación artística, como No hacemos cine con maniquíes. el Fecisla, Festival de cine en la Isla. El festival es un evento realizado en Isla Fuerte, que pertenece al departamento de Bolívar, pero esta frente a las costas del departamento de Córdoba, y tiene como ejes transversales la identidad afrodescendiente, el cuidado del medio ambiente y el desarrollo comunitario. Este año 2020 se realiza su sexta versión consecutiva bajo la autoría de un nuevo equipo integrado, en parte, por una fracción del colectivo original. En este caso de creación colectiva, la sinergia sucedió debido a que las cinco personas originales compartían su pasión por el cine y la creencia de que lo audiovisual es una potente herramienta de transformación social.

La frontera entre campo y ciudad fue su espacio de creación y de encuentro. Después de realizar múltiples proyectos y darle alcance nacional e internacional a sus procesos formativos, se separaron y cada quién sigue produciendo desde su individualidad y en alianza con otros colectivos.
Mavicure, Colombia , y Ghent, Bélgica Río Cauca, Colombia, y París, Francia.

CELERIDAD, 2020. Fotografía digita.l Imágenes del contraste, cuepos en tránsito y esquelas de viajes que repiten rutinas atemporales y distantes.
Ruta 40, Bolivia, y París, Francia Seguir leyendo
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Video Liberman Para Ver MAREJADA FELIZ: de Líberman Arango click aqui
Durante los años noventa también murieron muchas propuestas y proyectos. La violencia fue un obstáculo para esa generación de jóvenes que bailaban, pintaban y se expresaban de nuevas formas. Los colectivos no nacen y mueren solamente cuando hay ausencia del Estado, pero lo que sí es seguro, es que generacionalmente sobrellevamos una gran carga política que nos lleva a manifestar nuestro altruismo.
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5_2_La nueva banda La nueva banda
de la terraza
Las acciones individuales
logran un resultado mayor
cuando se juntan
Es un proyecto colectivo que evidencia que muchas acciones individuales logran un resultado mayor cuando se juntan. Esta propuesta nace en medio del aislamiento preventivo obligatorio y está inspirada en continuar con los movimiento de protesta, que venían con fuerza a fines de 2019 y principios de 2020 y que fueron acallados con la aparición de la pandemia del COVID-19. Nuestra acción es la proyección periódica, sobre fachadas de edificios, de cifras, noticias, fotografías, videos y gráficas, siempre de contenido político. Hago parte de este colectivo desde el día en que lanzamos al aire el magazine digital de gráfica latinoamericana, contracultura y skateboarding: La Ración Colombia, un proyecto realizado entre Juan David Quintero y Choneto. El domingo 19 de abril de 2020, proyectamos el primer número de la revista sobre el muro de la cara norte del Teatro Lido, en el parque Bolívar. Nuestra motivación desde La Nueva Banda de la Terraza es no quedarnos callados frente a demasiados hechos injustos que ocurren día a día en Colombia. Sabemos que vivimos en un país inviable, pero no estamos dispuestos a entregárselo todo a ese sistema establecido que impulsa, permite y es cómplice de esas injusticias. Por eso, todos los domingos nos coordinamos entre un grupo de proyectores, que ha crecido desde su fundación, y ahora cuenta con sucursales en otros países como Brasil, México y España.
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Balam
Etra
Colectivo Elemento ilegal Leer
[ 06 / 07 ]
6_1_Balam

Balam es uno de los integrantes del colectivo Elemento Ilegal, grafitero desde hace ocho años y actualmente estudiante de artes plásticas de la Universidad Nacional de Colombia. Solía frecuentar esos corredores para participar de lo que allá sucedía. Desde el 2014, este colectivo tiene su base de operaciones en el barrio El Faro, fundado aproximadamente en 1996 y ubicado en la Comuna 8 de Medellín. Este barrio está en la parte alta de la ladera centro oriental del Valle de Aburrá, y se ha venido transformando aceleradamente a lo largo de los últimos diez años. Es una zona con procesos barriales de autogestión de alto impacto, como por ejemplo el acueducto comunitario, el cual abastece a todo el barrio y, valga la aclaración, no es propiedad de EPM. El colectivo Elemento Ilegal lleva trabajando en este territorio durante seis años y, actualmente, algunos de sus integrantes son nuevos habitantes y vecinos. Precisamente, los elementos que mantienen unido a este colectivo son el espacio y la comunidad. Este año, la manada de Elemento Ilegal se quiere arraigar aún más en el territorio y se encuentra construyendo desde cero su nueva guarida en la montaña. Algo que era particular de las organizaciones culturales y artísticas con procesos comunitarios de los años 90, era que sus proyectos estaban volcados hacia adentro de la comunidad. Balam afirma que es necesario también mirar hacia afuera buscando constituir una red de trabajo y tejido de afectos, relacionarse no solo desde el trabajo y aprovechar la retroalimentación con otras experiencias afines y trasversales. Uno de los factores fundamentales en la construcción del colectivo Elemento Ilegal, fue la combinación entre empirismo, montaña y academia. Realmente no hay tantas oportunidades para salir del barrio, y es a partir de la confrontación con la academia que las prácticas del colectivo han evolucionado y se han hecho efectivas y, a pesar de lo difícil que es articular procesos con las instituciones, Balam afirma que hay que llevar nuestras propuestas a todos los escenarios posibles para exigirle a las instituciones mayores garantías, compromiso y apoyo a las apuestas culturales y artísticas. En estos escenarios es muy importante recuperar el máximo de recursos para invertirlos de manera correcta en nuestras comunidades.
Elemento ilegal
El Faro, Medellín. 2020. Foto por @fulana.malafama

Esta relación entre las instituciones, la academia, los espacios de circulación y los espacios de encuentro, los colectivos y artistas de la ciudad, ha sido muy importante para lo que se ha logrado construir hasta ahora. Sin embargo, existe entre los creadores de la ciudad una sensación de desconexión entre el sentido de su quehacer y el sentido de los espacios de circulación e instituciones, los cuales terminan validando y determinando nuestras prácticas artísticas y culturales y, aunque hay una escena creciente, con cada vez más diversidad de espacios independientes, propuestas artísticas desde la academia y el empirismo, hay que preguntarse: ¿qué tan hiperdependiente es el medio que estamos construyendo?, ¿qué tan hiperinstitucionalizadas están nuestras propuestas artísticas?, ¿se están editando los artistas para ganar convocatorias?, ¿son los estímulos un sistema de reconocimiento para los artistas?
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6_2_Etra Etra

Cuando estábamos hablando sobre esto, Alejandra Peñaloza, directora del colectivo Etra, me decía que en Medellín existen dos gremios artísticos, el formal y el informal. El medio formal está constituido por el medio económico, las galerías, los museos y los coleccionistas; mientras que en el informal se encuentran los estudiantes de artes, jóvenes empíricos, artistas emergentes, academias y espacios independientes.

La brecha que los separa se agranda cada vez más, debido a un problema evidente de las academias de arte de la ciudad. No existe una preparación real sobre cómo moverse profesionalmente en el medio artístico. Si bien lo emergente lo da la experiencia, no se trata de incentivar la explotación de las prácticas, sino de encontrar una mediación que permita mejorar la circulación de las obras y oportunidades laborales. Alejandra también cree que los espacios independientes no deberían aislarse por completo de las instituciones porque muchas veces en esa “independencia” encuentran su lugar de comodidad y no se nutren de los procesos institucionales.

El colectivo Etra nace a finales del 2018. Sus integrantes son personas egresadas de la facultad de artes de la Fundación Universitaria de Bellas Artes y crearon el colectivo con la intención de convertirlo en una empresa cultural. Se han ido definiendo como una red de apoyo entre estudiantes y artistas emergentes que se encuentran desarrollando un proceso o proyecto creativo. Etra tiene como objetivo brindarle a los estudiantes acompañamiento para que sus proyectos e investigaciones estén más articulados con lo que sucede en el medio. Las restricciones institucionales en asesorías de proyectos de grado, llevó a este grupo a trabajar en la construcción de una plataforma de estudiantes para estudiantes. Una de sus motivaciones es la democratización de los procesos académicos, pero no para alejarse de la institucionalidad, sino, precisamente, para hacerle entender que se puede trabajar con ella y no necesariamente para ella.
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Deuniti arte callejero Leer [ 07 / 07 ] 7_2_Según
Según el colectivo Deuniti, las convocatorias desconocen la situación de los artistas; ellos creen que deberíamos tener más dinero del estado invertido en cultura y abrir, por ejemplo, galerías públicas. Este colectivo, nativo de la ciudad de Envigado, trabaja en el arte callejero desde antes del 2009, momento en el que abrieron su primer taller y decidieron dedicarse a la gestión de proyectos relacionados con la intervención del espacio público. Deuniti nace de una amistad que viene desde la infancia, han compartido toda la vida diferentes espacios de encuentro y, todavía, su principal motivación está en compartir experiencias entre ellos y con la ciudad. Hacer arte callejero es una forma de vida, de reproducir pensamientos. En diciembre de 2019 fueron uno de los colectivos participantes de la convocatoria Superficies de acción, estructurada por la Agencia APP de la Alcaldía de Medellín. El proceso para pintar el mural estuvo marcado por una conciliación del boceto entre artistas y vecinos y, aunque no fue fácil ponerse de acuerdo, lograron pintar una pieza que tiene un doble filo en su significado: aunque lo parezca, no es una imagen políticamente correcta. Es la representación de una situación donde se encuentran dos jóvenes y se saludan, diciendo: Hablalo! La expresión Hablalo es un imperativo para que cada uno diga lo que tiene para decir, contar, dialogar, exponer o criticar. Es una manera de hablar desde la sabiduría popular y las experiencias callejeras. El espacio público está lleno de signos, muchos relacionados con el consumo y algunos, como este mural, que articulan de modo más explícito la tensión social. Jugarle al juego de las convocatorias con la intención de voltear la torta.
El parque Bolívar, en el centro de Medellín, fue fundado en 1892 con la planeación de la construcción de la Catedral Metropolitana. Alrededor de esta plaza se asentó la aristocracia antioqueña durante la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, desde los años ochenta se ha caracterizado por ser uno de los sectores del centro con mayor desigualdad e inequidad social.

En una de las esquinas del parque, sobre la calle Perú entre las carreras Ecuador y Sucre, se encuentra el edificio Santa Clara, el primer edificio de apartamentos que hubo en la ciudad, construido entre 1930 y 1934. Tiene tres pisos, catorce apartamentos y quince locales comerciales, y es. una de las pocas joyas arquitectónicas que sobreviven sin protección patrimonial. También es un espacio que siempre ha tenido relación con el arte, el cine y la cultura.

Hablalo Medallo.Colectivo Deuniti diciembre 30, 2019. Dimensiones: 34m x 18m aprox.

Colectivo Uniti
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7_3_Poster
También es un espacio que siempre ha tenido relación con el arte, el cine y la cultura. Durante los años ochenta se instaló en uno de sus apartamentos la corporación Cinefilia, pionera en procesos de formación de apreciación cinematográfica en la ciudad, involucrada en la escritura, producción y custodia del archivo fílmico del director Victor Gaviria.

Actualmente, hay cinco apartamentos ocupados por creadores y colectivos: en el 307, viven el artista y montajista Juan Cañola y la productora y documentalista, María Paula Jiménez; en el 308, viven Juan Pablo Patiño y Deimer Quintero, quienes dirigen la empresa Rueda Sonido, especializada en el diseño y producción de sonido para la industria cinematográfica; en el 306, se encuentran las oficinas de Monociclo Audiovisual, productora de cine con varios proyectos a sus espaldas como los largometrajes Los Nadie (2016) y La Roya (actualmente en posproducción); en el 302, vive la artista y diseñadora Sara Arredondo; y en el 303, vivimos Daniel Cortés, documentalista productor de cine y yo, Pablo Melguizo, ambos integrantes de Choneto.

Cartel documental 2020, Colectivo Santa Clara

Veinte-Veinte, documental interactivo donde el espectador tiene que descubrir las situaciones y conocer el origen de los sonidos mientras mueve el cursor y persigue el centro de atención.

Las imágenes y el sonido fueron capturados desde los apartamentos del Santa Clara mirando hacia el parque, como ese voyeur del centro, que se asoma a la ventana buscando la acción, el personaje, lo refinado y lo pintoresco. Aunque no es lo mismo ser vecinos que ser compañeros en un equipo de trabajo, esas dos situaciones tienen algo en común: son generadoras de dinámicas colectivas. La sinergia que se da en este colectivo existe dentro del espacio físico y nació a causa de habitar y compartir el mismo espacio. También influye mucho que el centro sea un lugar de convergencia y, por eso, este edificio se convierte en un lugar de constante circulación de personas y creadores de la ciudad, muchas veces colaboradores de nuestros proyectos individuales. Nuestro espacio de encuentro y de creación se alimenta constantemente del sector donde se ubica y de las personas que circulan por este espacio.
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Equipo creador Veinte-Veinte Integrantes del Colectivo Santa Clara.

**Rubén Martínez @leyseca, El triunfo de los comunes, Música Para Camaleones, Black album de la sostenibilidad cultural, Trànsit Projectes,Barcelona-Madrid, España. 2012. Pág 148
www.transit.es

Conformar un colectivo es un acto de resistencia. No solo para resistirnos a las violencias, también para resistirnos al status quo, administrar nuestros propios recursos, propiciar relaciones orgánicas, conocer mejor nuestro territorio, salir de nuestra cómoda individualidad y obligarnos a replantear estrategias de convivencia. "Es en este escenario donde es preciso plantear procesos de innovación social, económica y política acordes con la necesidad de transformar profundamente la realidad actual. Es en este mismo punto de inflexión donde las perspectivas estrictamente estatal/ públicas y mercantil/privadas, se muestran incapaces de responder a las múltiples y crecientes demandas sociales, así como de comprender
procesos políticos que no se adaptan a sus modos de hacer."* Estoy seguro de que los colectivos de los años noventa y primera década del siglo XXI, son antecedentes muy importantes para que se sigan creando proyectos en la ciudad. Las escuelas de hip hop fueron la semilla para que toda una generación creyera en espacios de encuentro alternativos y en la profesionalización de nuevas líneas creativas. Medellín cuenta con una pulsión juvenil muy fuerte y arraigada en procesos comunitarios que vienen trabajando desde hace tiempo y que son referentes internacionales. Nos falta trabajar mucho para acortar la desconexión entre el mundo del arte y los creadores locales. "La dicotomía estatal/mercantil se ha visto atravesada por una serie de prácticas de matriz comunitaria de larga trayectoria histórica, prácticas que han repuntado y a día de hoy están tomando especial protagonismo. Propulsando este contexto de cambio, están emergiendo modelos de auto-organización y de gestión de bienes comunes por parte de comunidades con capacidad para generar valor público con su actividad"* Nos hacen falta museos, exposiciones y curadores que se preocupen por mostrar la cotidianidad de Medellín y se acerquen a la gente del común.
En la nueva normalidad, estoy seguro de que el papel de los colectivos es crucial para que no perdamos la oportunidad de dudar de nosotros mismos, mirar hacia adentro de las comunidades y conformar redes de trabajo y afecto.
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